“Después de un largo vuelo, aterrizamos en Seattle a medianoche y nos dirigimos directamente a nuestro hotel. Habíamos reservado una cama tamaño king con una cama plegable que se confirmó con anticipación. Solicitamos esto específicamente porque viajábamos con dos niños pequeños y estamos embarazadas. No podemos tenernos a todos en una cama porque había riesgo de que nos patearan mientras dormimos. Desafortunadamente, al llegar al mostrador de facturación a la 1 am, el recepcionista dijo que no había forma de que tuviéramos una cama plegable en nuestra habitación porque las habitaciones son demasiado pequeñas. no es posible? Era ineficiente y poco comunicativo, y sus "esfuerzos" para tratar de remediar la situación fueron ineficaces. Rápidamente se formó una fila de invitados frustrados detrás de nosotros y también estábamos haciendo malabarismos con dos niños muy exhaustos. Las opciones que nos ofreció fueron 2 camas queen o dos habitaciones SEPARADAS. Nuestros hijos estaban gritando en el vestíbulo por un lugar para descansar y la recepcionista se tomó una hora completa para "remediar" la situación. Al llegar a nuestra habitación NO HABÍA TOALLAS NI ARTÍCULOS DE TOCADOR, así que aunque nos dieron dos camas tamaño queen con las que lidiar... la habitación no tenía absolutamente ningún servicio, ¿por qué nos quedaríamos en un hotel sin ninguno de estos artículos? Intenté llamar para expresar mi frustración, pero no recibí una llamada de regreso de ninguno de los miembros del personal. Era un hotel elegante y bonito, seguro... pero el alojamiento, el servicio y las comodidades eran horribles y deficientes. Además, el valet detiene el servicio antes de la medianoche, al igual que el botones, por lo que tuvimos que encontrar estacionamiento en la calle en un área sombreada a la 1 am Y cargar todas nuestras cosas a la habitación manualmente. Ojalá hubiera reservado un B&B.”

“Este hotel acaba de abrir hace un par de semanas, y creo que aún quedan muchos problemas por resolver. Algunas de las decisiones de diseño fueron más que extrañas. Por ejemplo, una ventana desde el área de la cama principal hasta el baño. Sin glaseado ni nada. Las luces del baño tienen un temporizador y un sensor de movimiento, por lo que se apagan cuando te duchas. Durante tres noches, nuestra habitación nunca se hizo, incluso cuando nos aseguramos de dejar la luz de servicio encendida cuando salíamos por el día. No hay cafetera ni tetera en la habitación, y no hay salón. Puedes optar por un café y bollería diarios en la cafetería, pero tienes que hacerte con un café y bollería. No puedes tomar, por ejemplo, dos cafés cuando tienes dos personas, incluso con el estatus de Marriott. El edificio y las habitaciones eran hermosos, pero los hoteles cercanos son definitivamente más cómodos.”